Recientemente nos sorprendio gratamente una amiga, profesora de escuela infantil, cuando nos comentó lo mucho que gusta nuestro álbum Interiors en su aula. Suele enseñar y descubrir música variada a sus chicos. De todo tipo y género, con distintas instrumentaciones y arreglos. Y cuando les pregunta qué disco poner, ellos dicen “¡el distinto, el distinto!”. Me llamó poderosamente la atención sobre cómo definían a nuestro estilo, como “distinto”. Este es un adjetivo que me ha acompañado a lo largo de mi vida, no solo en lo musical sino también en lo personal. Me han llamado muchas cosas (algunas hasta buenas) pero lo de distinto, diferente, raro o que voy a lo mío parece que está marcado en mi ADN. Y parece que también esta marcado en todo lo que produzco, sobre todo en lo plástico.
Cuando en Four Hands Project nos embarcamos en un nuevo trabajo, siempre hemos tratado de dar el toque “diferente” a lo que hacemos. Aunque disfrutamos de los convencionalismos, como cualquier mortal, creemos que componer y articular música de forma distinta nos proporciona una libertad creativa para ampliar nuestro conocimiento. Y poder expresar lo que realmente nos pide el cuerpo en cada momento. Canciones sin estribillo, estructuras armónicas que buscan la ruptura, atmósferas sonoras a partir de capas de efectos hiperprocesados o combinación de géneros e instrumentos meridianamente contrapuestos es nuestra alternativa cuando se trata de crear un sonido propio. Con esto no pretendemos pecar de esnobs de “ceja alta” ni de ser más elitistas que la élite, rizando el rizo de lo novedoso. De hecho nuestra música es muy simple y pensamos que todo está ya inventado. Pero somos diferentes en nuestro forma tanto de entender la música como de componerla. Como dice un buen amigo, eres más raro “que una burbuja cuadrada”.
Componer y articular música de forma distinta nos proporciona una libertad creativa para ampliar nuestro conocimiento
Desde Four Hands Project os proponemos una alternativa a los estandares que rodean nuestra música más popular. Os proponemos otra forma de escuchar música, cuyo objetivo sea capturar los detalles sonoros que encierra cada tema. De tomarse un tiempo en nuestras agitadas vidas para poder apreciar los matices que el compositor ha querido dar a su pieza. Aunque nos resulte raro y rompa nuestra capacidad de atención (mermada a 12 segundos cuando se trata de escuchar nueva música, está comprobado científicamente), demos ese margen de confianza a tantos músicos que no quieren convertir su trabajo en el hilo musical de lo cotidiano. Y que han realizado un esfuerzo con sus creaciones para que se eleve por encima de nuestras cada vez más ruidosas existencias.
En Four Hands Project estamos preparando la presentación del álbum Slow Movement. Os intentaremos ofrecer un directo como nuestro trabajo: distinto. Esperamos que tanta programación, secuenciación, controladores MIDI, iPads, sintetizadores digitales y efectos procesados de guitarra os sorprenda y que encontréis en lo diferente un punto en el que reflexionar sobre la música en nuestras vidas. Os mantendremos informados.
Four Hands Project
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