LA DIGNIDAD DE LA MÚSICA

Siempre que estás a punto de culminar un trabajo creativo para el que has invertido meses de tu vida, un hormigueo recorre tu alma. Ya sea un cuadro, una mesa, la silla de la cocina o un pieza musical, te asalta la eterna duda de si estará realmente terminado. Cómo perfilar las aristas que separan tu mediocre obra de lo sublime. Cómo mejorar ese sonido que ha quedado atrás y que define el matiz que querías ejecutar en ese pasaje concreto. Cuándo decidir el punto sin retorno en el que has escrito el epílogo al trabajo que te ha llevado la mente ocupada cada fin de semana. Estas son las dudas que a cualquier creador le asaltan cuando se encuentra ante la síntesis del trabajo que le ha llevado horas, pensamiento, alegrías y tristezas durante los últimos meses.

 

Antonio López

Antonio López

 

El genial pintor Antonio López no habla de cuadro terminado, sino de en proceso. Y no es extraño que solicite a sus clientes, años después de entregar el encargo, el cuadro en cuestión para dar retoques de última hora que dignifiquen su trabajo. A vista de un gestor de tiempo, este tipo de perfección no existe ya que sale cara y es poco productiva. Como dice la ley de Parkinson, “el trabajo se expande hasta llenar el tiempo disponible para que se termine”. Esto es, cuanto más tiempo tengamos para hacer algo, más prolongaremos su conclusión. Pero creo fielmente que la clave del trabajo creativo está en eso que el maestro López aplica a cada obra suya: dignifica tu trabajo.

 

La lección que aprendes de los grandes es que su trabajo es digno

 

Como músico, siempre he sido una persona inquieta y en eterna búsqueda. Escuchando y aprendiendo de lo que compositores e interpretes que marcan la diferencia aportan a su trabajo. Son muchas las fuentes en las que puedes beber. Distintos géneros, diversas concepciones musicales e infinitos estilos de entender y comprender la música. Y como dice López, siempre en proceso. Porque la música es un costante proceso de aprendizaje, de búsqueda y de ensayo y error. Pero la lección que aprendes de los grandes (al menos de los que yo entiendo por grandes) es que su trabajo es digno. Digno y respetable. Y que detrás de cada nota y cadencia hay una fe ciega en el trabajo bien hecho.

 

Slow Movement - Portada FHP 3000x3000

Slow Movement, Four Hands Project

 

Estamos a punto de lanzar lo que será nuestro sexto trabajo auto-producido: Slow Movement. Detrás de este álbum doble que nos ha llevado dos años de producción hay mucho de nuestras experiencias, experimentaciones, pasiones e interpretaciones. Seguimos en la línea que ya hicimos con nuestro anterior trabajo, Interiors. Música introspectiva que invita al oyente a una escucha pausada y reflexiva. Seguramente no sea un trabajo perfecto. Ni quedará en los anales de la historia de la música. Pero sí os podemos asegurar que va a ser un trabajo digno. Personal y bien hecho. Porque en cada pieza que finalizamos dejamos parte de nosotros para conseguir un sonido que diga algo de nuestro trabajo, sentimientos y forma de entender el mundo. Tanto como músicos como personas. Estad alerta porque va a ser un álbum diferente que va a sorprender a muchos.

Four Hands Project